lunes, 28 de febrero de 2011

Cinde de Autor - Life Aquatic

COMUNICADO DE PRENSA
No. 127 / JULIO 19, 2010

“LIFE AQUATIC” CINTA DE COMEDIA SURREALISTA
  • VELADA REFERENCIA A JACQUES COSTEAU Y HARRY BELAFONTE
  • WES ANDERSON MANEJA EL HUMOR SUBLIMINALMENTE
COZUMEL, Q. ROO.- La Fundación de Parques y Museos de Cozumel, Quintana Roo (FPMCQROO), en coordinación con “Hazme Sentir Collective”, presentará “Life Aquatic”, película del ciclo “Director’s Cut Vol. VII: Anderson & Baumbach. Tristes, no Hipsters”, del Cine de Autor. La cita es el próximo martes 20, en el auditorio “Lic. Pedro Joaquín Coldwell” del Museo de la Isla, a las 19:00 horas.

La entrada será libre.

“Life Aquatic” se centra en Steve Zissou (Bill Murray), un oceanógrafo y documentalista cuyas películas sobre el mundo acuático tuvieron cierto éxito en el pasado, pero que ahora han perdido popularidad, sumiendo a Sizzou en una seria depresión.

Steve Zissou es un personaje modelado obviamente sobre Jacques Costeau. Explorador del mundo submarino que tiene una fundación, realiza documentales y hace expediciones, pero que a esta altura del partido parece estar acabado. La relación con su esposa (Anjelica Huston) no es de lo mejor y los inversionistas, están desapareciendo.

Además, se suman dos hechos: uno, que su socio de aventuras fue devorado por las mandíbulas del mítico “tiburón jaguar” (razón por la cual, Zissou saldrá de expedición para encontrarlo y matarlo), y dos, un supuesto hijo extramatrimonial (Owen Wilson) que se presenta después de 30 años.

Y así, abordo del barco “Belafonte”, emprende la aventura junto con su extraña tripulación que incluye a Jane (Cate Blanchett), una amargada reportera, y a Ned Plimpton (Owen Wilson), que podría ser el hijo de Zissou. En el camino, desde luego, los esperan extrañas aventuras que van desde un ataque de piratas hasta el rescate de un eterno rival... y tal vez un enfrentamiento con el feroz “tiburón jaguar”.

Durante la película, transpira algo cómico que parece nunca concretarse; los falsos documentales, los animales fantásticos (hechos por computadora) que encuentra la expedición, los colores chillones, el barco con sus rarísimos compartimentos, el marinero brasileño que canta canciones de David Bowie en portugués... todo esto, con otro director, podría haber resultado en una parodia o en una comedia explosiva, pero el bajo perfil de Wes Anderson, inunda todo de una manera surrealista.

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