COMUNICADO DE PRENSANo. 138 / AGOSTO 8, 2009
“SLEEPER”, DE WOODY ALLEN: COMEDIA FUTURISTA DE 1973
- CINTA QUE REPRESENTA LA PRIMERA ETAPA DEL CINEASTA
- LA VIDA DE UN SER HUMANO EN DOS ÉPOCAS DISTINTAS
COZUMEL, Q. ROO.- La Fundación de Parques y Museos de Cozumel, Quintana Roo (FPMCQROO), en coordinación con “Hazme Sentir Collective”, presentará la cinta “Sleeper”, en el marco del ciclo denominado “NY70 II: Woody Allen” del Cine de Autor; el próximo martes 11, en el auditorio “Lic. Pedro Joaquín Coldwell” del Museo de la Isla, a las 19:00 horas. La entrada será libre.
“Sleeper” (1973), conocida en español como “El Dormilón”, es parte de la primera etapa de Woody Allen, como cineasta. Construida a manera de sátira de las películas y los ideales futuristas, el creador neoyorquino evoca ambientes metálicos y situaciones absurdas, haciendo una comedia física con una banda sonora jazzística compuesta por el propio Allen y su grupo “The New Orleans Funeral Ragtime Orchestra”.
Miles Monroe (Allen) es dueño de un establecimiento de “comida sana”. Tras acudir a una operación de extirpación de amígdalas es congelado erróneamente, siendo despertado 200 años después por un grupo de rebeldes que necesita a una persona sin identidad, para poder llevar a cabo sus planes de derrocamiento del dictador que gobierna el mundo en esa época.
Inicialmente Monroe se resiste e intenta escapar, haciéndose pasar por un mayordomo mecánico. El encuentro con una mujer, Luna (Diane Keaton) y una serie de desventuras y persecuciones, acaban provocando que sea capturado e irónicamente asimilado dentro del sistema que los rebeldes pretendían destruir.
Tras ser secuestrado de nuevo por éstos y sometido a un proceso de reeducación, Monroe acepta participar en la conspiración. Su primera misión será informarse sobre el ultrasecreto proyecto AIRES, que felizmente se le acaba ofreciendo como una oportunidad para lograr sus objetivos.
El humor de Woody Allen se muestra en todo su esplendor, dejando atrás la estructura de “sketch” de su anterior film: “Todo lo que quiso saber sobre el sexo” (1972). Las sátiras están a la orden del día, como el hecho de que el gobernador totalitario sufra un atentado y sólo logre sobrevivir su nariz. Ésta sigue gobernando, mientras los científicos tratan de extraer células de su tejido para clonar al mandatario.
Inicialmente, la película estaba planeada para tener una duración de cuatro horas, en dos mitades. La primera sería la vida de Miles Monroe en 1973, y la otra mitad en 2173. Las dos partes se presentarían en una misma función, con un intermedio. Finalmente, se desechó la idea, editando todo en un solo celuloide.
En “El Dormilón”, igual se homenajea al Volkswagen Sedán y se parodia “Un tranvía llamado deseo” (la más conocida obra de teatro de Tenessee Williams); así como, a las películas de ciencia ficción. De paso, se hace un comentario político; todo ello, con los recursos cómicos de los grandes ídolos de Woody Allen: Buster Keaton y Charles Chaplin.
Cabe señalar que también existe una referencia implícita a la historia “La Nariz”, de Nikolái Gógol, escritor ucraniano en lengua rusa, parte de la literatura de la que se sabe que Allen es fiel seguidor. Se ha definido a “Sleeper” como “la versión woodyalleniana del ‘1984’ de George Orwell”, y no es una acepción errada.
“Sleeper” (1973), conocida en español como “El Dormilón”, es parte de la primera etapa de Woody Allen, como cineasta. Construida a manera de sátira de las películas y los ideales futuristas, el creador neoyorquino evoca ambientes metálicos y situaciones absurdas, haciendo una comedia física con una banda sonora jazzística compuesta por el propio Allen y su grupo “The New Orleans Funeral Ragtime Orchestra”.
Miles Monroe (Allen) es dueño de un establecimiento de “comida sana”. Tras acudir a una operación de extirpación de amígdalas es congelado erróneamente, siendo despertado 200 años después por un grupo de rebeldes que necesita a una persona sin identidad, para poder llevar a cabo sus planes de derrocamiento del dictador que gobierna el mundo en esa época.
Inicialmente Monroe se resiste e intenta escapar, haciéndose pasar por un mayordomo mecánico. El encuentro con una mujer, Luna (Diane Keaton) y una serie de desventuras y persecuciones, acaban provocando que sea capturado e irónicamente asimilado dentro del sistema que los rebeldes pretendían destruir.
Tras ser secuestrado de nuevo por éstos y sometido a un proceso de reeducación, Monroe acepta participar en la conspiración. Su primera misión será informarse sobre el ultrasecreto proyecto AIRES, que felizmente se le acaba ofreciendo como una oportunidad para lograr sus objetivos.
El humor de Woody Allen se muestra en todo su esplendor, dejando atrás la estructura de “sketch” de su anterior film: “Todo lo que quiso saber sobre el sexo” (1972). Las sátiras están a la orden del día, como el hecho de que el gobernador totalitario sufra un atentado y sólo logre sobrevivir su nariz. Ésta sigue gobernando, mientras los científicos tratan de extraer células de su tejido para clonar al mandatario.
Inicialmente, la película estaba planeada para tener una duración de cuatro horas, en dos mitades. La primera sería la vida de Miles Monroe en 1973, y la otra mitad en 2173. Las dos partes se presentarían en una misma función, con un intermedio. Finalmente, se desechó la idea, editando todo en un solo celuloide.
En “El Dormilón”, igual se homenajea al Volkswagen Sedán y se parodia “Un tranvía llamado deseo” (la más conocida obra de teatro de Tenessee Williams); así como, a las películas de ciencia ficción. De paso, se hace un comentario político; todo ello, con los recursos cómicos de los grandes ídolos de Woody Allen: Buster Keaton y Charles Chaplin.
Cabe señalar que también existe una referencia implícita a la historia “La Nariz”, de Nikolái Gógol, escritor ucraniano en lengua rusa, parte de la literatura de la que se sabe que Allen es fiel seguidor. Se ha definido a “Sleeper” como “la versión woodyalleniana del ‘1984’ de George Orwell”, y no es una acepción errada.
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