Noche de Posada de la Comunidad

COMUNICADO DE PRENSA
No. 209 / DICIEMBRE 17, 2010

MÁS DE 400 PERSONAS EN LA “POSADA DE LA COMUNIDAD”
· CON LOS “NIÑOS CANTORES DEL MUSEO DE LA ISLA DE COZUMEL”
· PIÑATAS, DULCES Y BOCADILLOS

COZUMEL, Q. ROO.- La Fundación de Parques y Museos de Cozumel, Quintana Roo (FPMCQROO), llevó a cabo la tradicional “Posada de la Comunidad”, misma que contó con la asistencia de más de 400 infantes, jóvenes, adultos y personas de la Tercera Edad.

Todo comenzó en el parque “Benito Juárez”, punto de reunión de los peregrinos, a partir de las 18:00 horas.

La tradicional festividad navideña fue organizada por la Dirección de Pedagogía y Asistencia Social (PAS), bajo la dirección de Juanita González Flores, cuyo personal participó activamente durante el recorrido hasta el Museo de la Isla, después de haber pedido posada en dos hogares en donde les fue negada; lo anterior, como lo establece la tradición, en cuanto al peregrinaje de María y José, en víspera del nacimiento de Jesús.

Acto seguido, los asistentes ocuparon sus lugares para dar inicio a la fiesta con la presentación de los “Niños Cantores del Museo de la Isla de Cozumel”, quienes ofrecieron las tradicionales canciones: “Señora Santa Ana”, “La Vieja”, “Fum, Fum, Fum”, “Feliz Navidad”, “Campanitas”, “Zumba, Zúmbale al Pandero” y “Noche de Paz”.

Al finalizar las interpretaciones, Carlos Gutiérrez Pérez, director de la organización coral, agradeció los aplausos, deseando a todos una feliz Navidad. Juanita González, por su parte, felicitó a los coristas y los invitó a disfrutar de la celebración comunitaria.

En la agradable velada, no podían faltar las tradicionales piñatas que fueron elaboradas por el personal de PAS; motivo por el cual, las niñas y los niños con evidente entusiasmo se sumaron a la tradición, apoyados con los cánticos alusivos por el público en general. Para concluir con el programa, fueron ofrecidos deliciosos bocadillos.

Como en años anteriores, la FPMCQROO y PAS realizaron su mayor esfuerzo para lograr que este evento fuera agradable y, sobre todo, inolvidable para los presentes, quedando demostrado que a pesar de las adversidades del mundo actual, aún prevalecen tradiciones que unen a los seres humanos de buena voluntad.